La escalada de tensión en la península coreana continúa generando preocupación a nivel mundial. Recientemente, Lee Jong-seok, el candidato a dirigir el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, realizó una declaración contundente durante su audiencia de nominación: Estados Unidos atacaría a Corea del Norte con armas nucleares si Pyongyang lanzara un ataque nuclear contra Corea del Sur.
Un compromiso de defensa inquebrantable
Ante la pregunta sobre si Washington arriesgaría su propia seguridad incluso si Corea del Norte utilizara misiles balísticos intercontinentales, Lee respondió afirmativamente. Argumentó que un ataque nuclear norcoreano activaría los compromisos de defensa mutua establecidos en la alianza militar entre Corea del Sur y Estados Unidos. Esta postura reafirma la solidez de la doctrina de disuasión extendida, considerada un pilar fundamental de la estrategia de seguridad regional.
Aunque Corea del Norte ha avanzado en su programa de armas nucleares, acumulando material fisible, aún no ha probado un misil nuclear operativo. Sin embargo, la comunidad internacional percibe su arsenal como una amenaza real.
Nuevo gobierno, ¿nuevas estrategias?
La nominación de Lee Jong-seok se produce bajo el mandato del nuevo presidente surcoreano, Lee Jae Myung, de orientación liberal. El presidente ha expresado su intención de equilibrar la política exterior y fortalecer las capacidades defensivas de Corea del Sur en un contexto global cada vez más volátil.
Implicaciones regionales
- La declaración del candidato a jefe de espionaje surcoreano pone de manifiesto la seriedad con la que se toma la amenaza nuclear norcoreana.
- Reafirma el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Corea del Sur.
- Subraya la importancia de la disuasión para mantener la estabilidad en la región.
El futuro de la península coreana sigue siendo incierto, pero las declaraciones recientes indican una postura firme frente a las provocaciones de Corea del Norte.