Reggio Emilia no recibió con los brazos abiertos a la selección italiana. Un ambiente gélido rodeó la llegada del equipo al Mapei Stadium para enfrentar a Moldavia en un partido crucial de las eliminatorias mundialistas 2026. La reciente derrota 3-0 ante Noruega en Oslo parece haber apagado la llama de la pasión en la ciudad, otrora un bastión de apoyo para la Azzurra.
Un Adiós Agrio para Spalletti
El partido contra Moldavia no solo es vital para las aspiraciones mundialistas de Italia, sino que también marca el final del ciclo de Luciano Spalletti como director técnico. Tras la confirmación de su inminente despido después del tropiezo en Noruega, Spalletti afronta su último encuentro en un clima de incertidumbre y decepción.
A la llegada del equipo a la estación Mediopadana, solo un puñado de aficionados se hizo presente, opacado por la fuerte presencia policial. La frialdad del recibimiento contrastó con la expectativa que solía generar la selección italiana. Los jugadores, cabizbajos, abordaron el autobús sin mediar palabra, reflejando el desánimo generalizado.
Posibles Cambios en la Formación
Se anticipan varios cambios en la alineación titular con respecto al partido en Oslo. Ranieri podría reemplazar a Bastoni, Cambiaso a Zappacosta, Frattesi a Barella, Ricci a Rovella, y Dimarco a Udogie. Estos ajustes buscan revitalizar el equipo y encontrar la fórmula para asegurar una victoria indispensable.
Lucca Pide Unidad y Resiliencia
En la previa del encuentro, el delantero Lorenzo Lucca hizo un llamado a la unidad y la resiliencia. “Debemos demostrar a nuestro pueblo que un paso en falso puede ocurrir. Tenemos que traer a casa tres puntos que son fundamentales para esta clasificación. Los momentos difíciles se superan juntos”, declaró Lucca, quien podría tener minutos en el partido.
A pesar del ambiente enrarecido, la selección italiana buscará revertir la situación en el campo de juego y brindarle una despedida digna a Spalletti, demostrando que aún hay esperanza en el camino hacia el Mundial 2026.