Nicolás Barros Schelotto, hijo del emblemático Guillermo, emerge en el fútbol argentino buscando labrar su propio camino. Lejos de sentirse abrumado por el legado paterno, Nicolás manifiesta orgullo por la trayectoria de su padre, figura clave en el Boca Juniors de Carlos Bianchi. Sin embargo, el joven mediocampista central de Gimnasia y Esgrima La Plata se enfrenta al desafío de forjar su identidad en un deporte donde el apellido pesa, especialmente para los rivales.
El Debut y la Sombra del Pasado
Su debut como titular en Gimnasia, nada menos que en el clásico platense contra Estudiantes, estuvo marcado por silbidos y recordatorios del pasado de su padre como entrenador de Boca. Ahora, el destino lo pone a prueba nuevamente: enfrentar a River Plate en el Monumental, un escenario que evoca la dolorosa final de la Copa Libertadores 2018 perdida por el Boca de Guillermo.
Un Estilo Propio
A pesar del apellido, Nicolás se distancia de su padre en estilo de juego. Alto, zurdo y mediocampista de marca, busca imprimir su sello en el campo. La próxima fecha le depara un encuentro especial: enfrentará a Vélez Sarsfield, dirigido por su padre, Guillermo, un choque familiar cargado de emociones y profesionalismo.
La Relación entre Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez
La relación entre Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez, otrora socios en Boca, ha experimentado altibajos. El reencuentro entre ambos, uno como entrenador de Vélez y el otro en Talleres, reflejó una distancia palpable. "No tengo ningún tipo de relación fuera del campo de juego", declaró Guillermo, marcando un contraste con la exitosa sociedad que construyeron en el pasado, ganando la Copa Libertadores y la Intercontinental juntos.
Tevez, por su parte, expresó sus preferencias tácticas, mostrando una visión diferente a la de Guillermo sobre su posición ideal en el campo. Estas diferencias, sumadas al paso del tiempo, han transformado una relación que supo ser clave en los éxitos de Boca Juniors.
En definitiva, Nicolás Barros Schelotto busca construir su propia historia, mientras que el vínculo entre Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez se redefine con el paso de los años, dejando atrás los momentos de gloria compartida.