En un giro inesperado, la multinacional Whirlpool anunció el cierre de su planta de producción de lavarropas ubicada en el Parque Industrial de Fátima, en Pilar. Esta decisión implica el despido de 220 trabajadores y genera incertidumbre sobre el futuro de la producción industrial en la región.
¿Qué motivó el cierre de Whirlpool en Pilar?
Según fuentes de la empresa, la principal razón detrás de esta drástica medida es la falta de competitividad para exportar y la creciente competencia de productos importados, especialmente desde Brasil y China. La fuerte desaceleración del consumo interno también jugó un papel importante en la decisión.
La empresa había realizado una importante inversión en 2022, inaugurando una planta con la capacidad de producir 300.000 unidades anuales, con el objetivo de exportar el 70% de la producción. Sin embargo, este objetivo no se cumplió, lo que llevó a la empresa a replantear su estrategia en Argentina.
Impacto en los trabajadores y la economía local
El cierre de la planta representa un duro golpe para los 220 trabajadores que perderán sus empleos. La empresa se encuentra negociando con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) un paquete de indemnización que incluirá un plus adicional a lo que marca la ley.
Más allá del impacto directo en los trabajadores, el cierre de Whirlpool también genera preocupación por el futuro del Parque Industrial de Fátima y la economía local. La pérdida de una empresa de esta envergadura podría tener un efecto dominó en otras industrias y proveedores de la zona.
¿Qué pasará con Whirlpool en Argentina?
A pesar del cierre de la planta, Whirlpool mantendrá su oficina comercial y de distribución en Argentina, con una dotación de entre 100 y 120 empleados. La empresa seguirá abasteciendo el mercado local con electrodomésticos, repuestos y servicio técnico, aunque los productos serán importados desde otros países.
El futuro de la planta de Pilar
Aún es incierto qué destino tendrá la planta inaugurada en 2022. La empresa no ha definido si la venderá, la alquilará o le dará otro uso. Lo que sí es seguro es que la producción de lavarropas ya no se realizará en Pilar.
- Reconfiguración estructural: Whirlpool concentrará su presencia en el país en actividades comerciales y de servicio.
- Importación: Los lavarropas se traerán desde Brasil o China.
- Negociaciones: Se busca un acuerdo con la UOM para la indemnización de los trabajadores.
Este cierre se suma a una serie de desafíos que enfrenta la industria nacional en un contexto de apertura importadora y caída del consumo. La situación de Whirlpool en Pilar es un reflejo de las dificultades que atraviesan muchas empresas para competir en el mercado global.