La justicia bonaerense ha solicitado la captura de Gino Ansaloni, de 19 años, hijo del diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA) y sindicalista Pablo Miguel Ansaloni, por su presunta participación en una brutal golpiza ocurrida en la ciudad de Colón. El incidente, que tuvo lugar a la salida de la discoteca El Porteño el 15 de junio, dejó a un joven de 17 años con graves lesiones, incluyendo la pérdida de dientes y una fractura de mandíbula.
La fiscal Magdalena Brandt, a cargo de la UFI N°1 de Colón, ha imputado a Ansaloni hijo y a otros dos jóvenes por el delito de tentativa de homicidio. El juez César Solazzi respaldó la acusación y firmó las órdenes de captura. La fiscalía argumenta que la violencia del ataque, el número de agresores, la selección de zonas vitales para la agresión y el estado de indefensión de la víctima justifican la imputación por intento de homicidio.
Según informes, la agresión se produjo luego de que los implicados fueran expulsados del boliche. Cámaras de seguridad captaron el momento en que la víctima fue atacada con patadas y puñetazos, incluso cuando ya se encontraba en el suelo e incapaz de defenderse. Se busca a un cuarto sospechoso, señalado por la víctima, cuya identidad aún se desconoce.
La defensa de Ansaloni presentó varios recursos legales en la causa. La víctima, por su parte, ha contratado un abogado querellante para representarlo. La fiscal Brandt sigue de cerca la evolución médica del joven agredido, que permaneció internado. Este caso recuerda a la trágica muerte de Fernando Báez Sosa y ha generado indignación y preocupación en la comunidad.
El debate público y la responsabilidad de los funcionarios
Este incidente ha reavivado el debate sobre la violencia juvenil y la responsabilidad de los padres, especialmente cuando estos ocupan cargos públicos. La presunción de inocencia es fundamental, pero la gravedad de las acusaciones exige una investigación exhaustiva y transparente. El impacto de este caso en la imagen del diputado Pablo Ansaloni y su partido es innegable.