La película 'Un Viernes de Locos' (Freaky Friday) de 2003, protagonizada por Lindsay Lohan y Jamie Lee Curtis, se ha consolidado como un clásico en el género de películas familiares. La adaptación de Mark Waters de la novela de Mary Rodgers fue un éxito rotundo, gracias a la química entre Lohan y Curtis.
Ahora, más de dos décadas después, llega una secuela, 'Freakier Friday'. Sin embargo, a pesar de las sólidas actuaciones de Lohan y Curtis, la nueva película no logra superar a su predecesora. La trama sigue una fórmula similar, con algunas actualizaciones para conectar con la Generación Z, incluyendo referencias a TikTok.
En 'Freakier Friday', Anna Coleman (Lohan) ha dejado atrás su carrera como rockera para dedicarse a la gestión de talentos y a criar a su hija adolescente, Harper (Julia Butters). La relación con su madre, Tess (Curtis), es más estrecha que nunca, aunque Anna siente que Tess se involucra demasiado en la crianza de Harper. A pesar de los intentos de Anna por ser una madre comprensiva, Harper es una adolescente rebelde que se mete en problemas con Lily (Sophia Hammons), una nueva compañera de clase.
Un altercado en clase de química entre Harper y Lily lleva a Anna y al padre de Lily, Eric (Manny Jacinto), a una reunión con el profesor, donde saltan chispas. La película explora las tensiones familiares y los desafíos de la adolescencia, pero no logra capturar la magia y el encanto del filme original.
El legado de 'Un Viernes de Locos'
La película original de 2003 sigue siendo recordada por su humor, su corazón y las excelentes actuaciones de Lohan y Curtis. La secuela intenta replicar estos elementos, pero se queda corta al ofrecer una historia que se siente repetitiva y poco original.
¿Vale la pena ver 'Freakier Friday'?
Si eres fan de la película original, 'Freakier Friday' puede resultar entretenida, pero no esperes una experiencia revolucionaria. Las actuaciones son sólidas, pero la historia no ofrece nada nuevo ni sorprendente.