El 30 de julio se celebra el Día Mundial del Cheesecake, una fecha perfecta para disfrutar de este delicioso postre. Cremoso, suave y con una base crujiente, el cheesecake se ha ganado un lugar especial en el corazón de los amantes de los dulces. Hoy te compartimos una receta casera y exploramos cómo este postre ha evolucionado hasta convertirse en un referente gastronómico.
Receta fácil de Cheesecake Casero
Si quieres celebrar este día preparando tu propio cheesecake, aquí tienes una receta sencilla que no requiere ser un experto en repostería:
Ingredientes:
- 1 ½ paquetes de galletas tipo María molidas
- 1 barra de mantequilla fundida
- 4 paquetes de queso Philadelphia
- 1 ¼ tazas de azúcar
- ¼ taza de fécula de maíz
- 1 taza de crema para batir
- 1 taza de mermelada de fresa (o tu sabor favorito)
Preparación:
- Base: Mezcla las galletas molidas con la mantequilla fundida. Presiona la mezcla en el fondo de un molde para tarta.
- Relleno: Bate el queso crema con el azúcar. Añade la fécula de maíz, la crema para batir y los huevos uno a uno.
- Horneado: Vierte el relleno sobre la base. Hornea a 180°C durante 1 hora y 20 minutos en baño maría.
- Enfriado: Deja enfriar a temperatura ambiente y luego refrigera por al menos 4 horas.
- Decoración: Cubre con mermelada antes de servir.
La Evolución del Cheesecake
El cheesecake ha recorrido un largo camino desde las recetas tradicionales de nuestras abuelas. Hoy en día, se considera un postre gourmet, incluso un “termómetro de calidad” para restaurantes y pastelerías. Ya no se trata solo de la clásica porción blanca con mermelada; ahora encontramos cheesecakes de estilo New York, La Viña, japoneses, y muchas otras variaciones creativas.
La clave del cheesecake moderno reside en su textura cremosa y su sabor equilibrado. Chefs y reposteros compiten por ofrecer la mejor versión, utilizando ingredientes de alta calidad y técnicas innovadoras. El cheesecake se ha convertido en una verdadera obra de arte culinaria, un postre que merece ser celebrado en su día mundial.